€ TAC de los vasos sanguíneos – Angio-TAC en Madrid

¿En qué consiste la prueba?

Para que el angio-TAC pueda llevarse a cabo, es necesario inyectar un medio de contraste haciendo uso de un catéter intravenoso. El pinchazo puede ser un poco molesto y es posible sentir algo de calor cuando entra el contraste en el cuerpo, pero en ningún momento debería percibirse un dolor evidente.

Para la obtención de imágenes, el paciente se acuesta sobre una camilla estrecha que se encuentra dentro del escáner. Mientras se mantiene la posición, la máquina de rayos X rota alrededor del cuerpo con el fin de obtener múltiples imágenes separadas (cortes). La duración total de la prueba es de unos 15-20 minutos.

La exploración en sí misma no causa dolor, pero la inmovilidad que requiere la prueba, la inyección del contraste y la propia maquinaria utilizada pueden generar algo de estrés y ansiedad en el paciente.

¿Qué incluye la prueba?

• Esta prueba incluye un estudio (que consta de varias series de imágenes y un informe radiológico) de los vasos explorados en extremidades y/o cuello.
• Esta prueba no incluye el importe del medio de contraste necesario para su realización que debe abonarse aparte.

Requisitos

Esta prueba requiere una prescripción médica previa.

Para que la obtención de imágenes sea adecuada, el paciente tiene que acudir a la clínica tras un periodo de ayuno de 6 horas. También hay que utilizar prendas fáciles de quitar (se pedirá el uso de bata hospitalaria) y hay que tener cuidado de quitarse todo complemento corporal metálico que pueda trastocar los resultados.

Es muy importante que el paciente comunique al profesional si ya ha presentado reacciones adversas previas tras la exposición al contraste. En estos casos, puede requerirse la administración previa de ciertos medicamentos para que la prueba sea segura. También es necesario informar de problemas renales previos, ya que el material de contraste puede empeorar problemas de la función renal en personas con riñones que ya funcionan mal.

Por último, cabe destacar que toda mujer embarazada debe abstenerse de llevar a cabo un TAC, sea cual sea. Las probabilidades de que la radiación dañe al feto son bajas, pero solo se concibe su realización si lo indica un profesional de la salud en base a que los potenciales beneficios son muy superiores a los riesgos.